La vendimia en Borgoña

La jornada de un vendimiador comienza sobre las 7.30 de la mañana. Tras dos horas de trabajo, la finca ofrece café, vino tinto y blanco y un tentempié para todo el equipo en los viñedos. A las 12.30 es hora de comer, que suele durar una hora. A las 17:00 Los vendimiadores dejan las cestas y las tijeras de podar y se van a casa… Un merecido descanso y la oportunidad de reponer fuerzas antes de la nueva jornada de trabajo. En algunas bodegas, también se pide a los vendimiadores que trabajen en las cubas. Por lo general, se trata de trabajar en la mesa de selección, pero a veces se recluta a dos o tres personas para realizar otras tareas relacionadas con la vinificación. Después del esfuerzo, ¡el consuelo! El final de la vendimia se celebra con la Paulée, en la que todos los vendimiadores, enólogos y amigos se reúnen para comer juntos y degustar los vinos de la finca. Es la ocasión de dar las gracias, recordar algunas anécdotas, brindar por la ocasión y ¡esperar hasta el año que viene!