Al sur de Beaune, entre Volnay y Puligny-Montrachet, el viñedo de Meursault abre una puerta de oro: la de “La Côte des Blancs”. Sobre este excepcional terroir, los vinos de Meursault constituyen la máxima expresión del chardonnay.
Meursault : Un «salto de ratón»
Se dice que el nombre de Meursault significa “salto de ratón” porque la distancia que separa las parcelas que producen el vino tinto de las de vino blanco no sería mayor al salto de un ratón.
Hoy en día, este viñedo de casi 400 hectáreas está plantado mayoritariamente de chardonnay, con laderas escaladas en una suave pendiente de entre 230 y 360 metros de altitud.
En el centro de esta zona se encuentra un pueblo de ensueño, con sus preciosos palacios vitícolas, sus prósperas villas y la aguja de la iglesia gótica que parece hacer cosquillas a las nubes... aunque lo esencial reside en el subsuelo. Es ahí donde una alquimia mística, con la proporción justa de arcilla, piedra caliza y marga, prepara el estilo inigualable de los vinos de Meursault. Los monjes de Císter, transformados en monjes viticultores, supieron ver estas virtudes cuando reconocieron el valor del viñedo en el siglo XI.
El estilo Meursault
Un color verde dorado, límpido y brillante, una nariz de gran finura o los aromas del tilo, el espino con unas notas posteriores de mantequilla, avellana y miel en función del climat, es decir, del propio terroir: esta es la tarjeta de presentación de un Meursault. Tanto el principiante como el experto quedará impresionado con la potencia aromática de este vino y su equilibro mágico entre la untuosidad y la frescura, así como con su longitud en boca. Entre los 19 climats clasificados como primeros crus se encuentran nombres legendarios: Les Charmes, Les Perrières, Les Genevrières o Les Gouttes d'Or... imposibles de evocar sin asociarlos a los platos que los podrían acompañar: ave en salsa blanca, trucha a la almendra, crustáceos a la parrilla... ¿y por qué no un queso azul?
¿Sabía que...?
En este océano de chardonnay, algunas parcelas situadas junto a Volnay permanecen fieles al Pinot Noir. ¡Entre las gentes de Meursault, se dice con humor que aquí se produce el mejor Volnay! Esta producción, si bien es limitada (13 hectáreas de las cuales son primeros crus), ofrece un vino de gran elegancia y encaje con aromas de frutos rojos y cerezas negras.