Todos los años, profesionales, conocedores o simples aficionados del vino se dan cita el tercer fin de semana de noviembre para participar de las festividades en el más puro estilo borgoñón.
Un fin de semana de fiesta y degustación
Numerosas actividades marcan este fin de semana de festividades: espectáculos al aire libre, desfile folclórico, eventos gastronómicos y una media maratón por las calles y los viñedos de Beaune. Las grandes casas de vinos de Beaune se lanzan a un campeonato de creatividad y organizan prestigiosas degustaciones: el resultado es un programa lleno de vinos de los hospicios, cosechas poco frecuentes, denominaciones de toda la Borgoña y degustaciones temáticas o gourmet. En Beaune y en toda la cuesta, los viticultores ofrecen degustaciones de cosechas antiguas o recientes en sus propias bodegas.
Reunidos en sociedades vitícolas, organizan cenas de gala y nombramientos de nuevos embajadores de los vinos de Borgoña.
La subasta
La venta, punto culminante del fin de semana, la organiza Sotheby's durante la tarde del domingo en los mercados principales de Beaune. Los crus que se ponen en venta, provenientes de un dominio formado por donaciones y legados desde hace más de 500 años, cubren un total de más de 60 hectáreas con una mayoría de grandes y primeros crus. Esta venta de caridad vinícola sirve de barómetro internacional sobre el mercado de vinos de prestigio y reúne a los más grandes comercios de Beaune y compradores del mundo entero. Sin embargo, por su propia vocación caritativa, los precios de los vinos superan por lo general con creces las cotizaciones habituales.
Las ganancias de la venta se destinan a la conservación del patrimonio y de las estructuras hospitalarias. Al final de la venta, se celebra una gran cena a la luz de las velas en el escenario medieval que es el bastión del Hôtel-Dieu.
La venta de caridad
Los hospicios de Beaune apoyan todos los años una o varias obras caritativas representadas por una personalidad del mundo del arte y los espectáculos. El lote del presidente se pone en venta según una tradición pintoresca: mediante subasta de vela. La ganancia de esta adquisición se destina al proyecto fijado.
El lote corresponde a un barril borgoñón, equivalente a 228 litros o 300 botellas.
Las tres gloriosas
La venta de vinos es el centro de toda una celebración rabelesiana y se enmarca dentro de un evento denominado «Las tres gloriosas» de Borgoña. El sábado anterior se celebra el tradicional «chapitre» de los Caballeros de Tastevin, así como una cena en el Clos de Vougeot. El lunes siguiente tiene lugar un banquete conocido como «paulée» en el castillo de Meursault. Para este festín, cada comensal aporta sus botellas, lo que dota al evento de toda una dimensión de encuentro e intercambio al más puro estilo borgoñón.